11/8/08

Luchando por Nuestra Región, Construyendo la paz…

Como consecuencia del abandono estatal, la extrema pobreza, la escasez de vías de acceso, los múltiples problemas de violencia por la llegada de cultivos ilícitos y grupos armados a la región, además de la politiquería y sus efectos, nace un grupo de lideres de los municipios de Cumbitara, El Rosario, El Tambo, Leiva, Los Andes, Policarpa y el corregimiento de El Remolino del municipio de Taminango, quienes deciden unirse libremente y conformar en octubre de 1996 el Movimiento Social de los municipios de la cordillera, para lograr la reivindicación de sus derechos como ciudadanos de este país.

Esta organización de líderes comunitarios decide movilizarse con el apoyo de mas de 20.000 mil campesinos, hacia la vía Panamericana, para llamar la atención del gobierno nacional y generar así espacios donde les permitan ser escuchados y proponer sus iniciativas en pro del mejoramiento de su región; es así como surgen las reuniones con el gobierno nacional en el municipio de Chachagüí donde se elaboraron las primeras actas de compromiso con organizaciones a nivel departamental y nacional, de tal manera que hubo líderes encargados en diferentes temas para la solución de las problemáticas que se presentaban en ese entonces.

Un líder comunitario del municipio de Policarpa dice que: “Gracias la negociación de los líderes sociales y la administración municipal con el gobierno, llegaron muchos recursos. Recuerdo que para ese entonces el presupuesto del municipio de Policarpa era de 500 millones de pesos, y gracias a las negociaciones nos llegaron otros cuatrocientos millones de pesos, con los que pudimos electrificar otras veredas e incluso otros municipios. También recuerdo que al Remolino le invirtieron 1.400 millones de pesos para la electrificación de sus corregimientos. Entonces se puede decir que el Movimiento Social fue el impulsor para el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestros municipios”. Así estas iniciativas garantizaron la solución de algunos de los problemas no sólo de electrificación, también de infraestructura, como sucedió con la construcción de puestos de salud y la adecuación de centros escolares, además del mejoramiento de la carretera El Remolino – Policarpa.

En la actualidad el movimiento social busca otras propuestas de trabajo y entre ellas el Plan de Vida es una estrategia actual. Los planes de vida, “son la ideas y sueños de la propia gente plasmadas en un documento para de esta manera buscar dónde están los recursos y cómo se los podemos solicitar al gobierno, e intentar dar solución a las necesidades de nuestra gente”, un líder comunitario de Policarpa. El Plan de vida es el instrumento o herramienta de negociación, en donde la misma gente ha plasmado de manera participativa todos los programas y proyectos que quieren realizar hacia el futuro, los cuales son el eje del desarrollo de toda la región en el ámbito político, económico, social, cultural y ambiental.

El Movimiento Social contribuye al desarrollo de la región, es el brazo derecho de las administraciones, en cada vereda, en cada corregimiento existe un líder que conoce el movimiento social. Cuando se trata de hacer gestión a nivel departamental y nacional, las comunidades confían en ese líder para hacer conocer sus necesidades. “El movimiento social es mirar a toda una comunidad dentro de los municipios y ver cuáles son sus necesidades, y a partir de ahí empezar a generar una serie de proyectos y formar una visión para ir donde el gobierno y decirle: señores aquí tenemos esto que le hace falta a esta comunidad. ¿Como ustedes nos pueden colaborar? ¿Qué nosotros podemos hacer? y buscar entre todos una solución amigable. Nunca hemos tenido la idea de llegar a la violencia o formar problemas y líos en contra ni de la policía ni del propio gobierno”, expresa otro líder comunitario del municipio de Leiva.

Por medio de Entidades como el Fondo de empleados del INCODER (Corfeinco) se ejecuta el proyecto de “Fortalecimiento del Movimiento Social de los municipios de la cordillera occidental del Alto Patía”, que conjuntamente con los líderes comunitarios ha venido trabajando por afianzar a las comunidades de la región. En la actualidad, el Movimiento Social se esta cualificando y estructurando para tener una junta directiva en cada municipio y así lograr una mejor organización a nivel regional. Un líder social expresa: “Queremos crearle un ente jurídico quien se encargará de la gestión y de la ejecución de los proyectos para cuando vengan los recursos nacionales e internacionales estar bien preparados”.






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